martes, 21 de mayo de 2013

Tres poetas. Ana Gorría, Ioana Gruia y Ricardo Virtanen. Sesión 1692ª.








Tertulia Literaria Hispanoamericana
Rafael Montesinos


Curso LX
La Directora de la Fundación de Colegios Mayores MAEC-AECID
y la Directora de la T. L. H. Rafael Montesinos

se complacen en invitarle a la
sesión  1692ª


Martes, 7 de mayo de 2013 - 19´30 horas


Tres poetas

Ana Gorría, Ioana Gruia  y  Ricardo Virtanen.

 Leerán poemas publicados e inéditos





Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos
Colegio Mayor “Nuestra Señora de Guadalupe
Avenida de Séneca, 4       28040-Madrid












Ana Gorría, Ricardo Virtanen, Marisa Calvo  y  Ioana Gruia



























LOS LIMONES

l’odore dei limoni
EUGENIO MONTALE, “I LIMONI”

Ya no recuerda mucho aquel encuentro:
sólo el olor, el embriagante olor de los limones,
y el resplandor solar de sus cortezas.
El hombre dijo: nunca
                            te dejaré.
Y nunca volvió a verlo desde entonces.
Después ella se fue lejos del pueblo.

Ya no le queda mucho por vivir
y siente sólo rápidos destellos
de amor, amistad, odio o compasión
hacia personas que ahora son espectros.
Pero el olor, el embriagante olor de los limones
nunca la abandonó. Cierra los ojos
y encima de su rostro ve las frutas
y el resplandor solar de sus cortezas.





CONJURO CONTRA LA VEJEZ


Todo lo que no hiciste te obsesiona.
Mucho de lo que obraste te atormenta.
No te obsequia el olvido con su lenta
manera de borrar, no te ilusiona
saber que todavía te reserva
algo la incierta trama de los días:
asombros, cuerpos, sueños, rebeldías.
Pero no llegará jamás Minerva
a tu mente cansada si no puedes
en el remordimiento hallar la paz
y resistir a la sombra falaz
que con ficticio ayer teje sus redes.
Todo lo que no fue se irá perdiendo
y sólo importa ya seguir viviendo.

                  IOANA  GRUIA





















































A  LO  LEJOS

El gesto: tan veloz era el cuerpo que nadie lo esperaba. Más veloz que la sombra contra la medianoche. El temblor imprevisto. Andándonos también, al huir transformando los pasos en naufragios, haciendo de la soledad un puerto suspendido con una sola orilla, aunque próximo, terco, turbulento, árido espacio de la sed como fugas del norte. El ritmo se deshace. Aunque también un giro que se pierde, el escorzo extraviado de la carne como una lanza. Todo, como si fuera una herida en la sal, se estremece. Nadie, por el contrario, llega a escuchar el golpe de saliva. Y cómo, al esquivarnos entre los laberintos, lenta piel, somos puntos de fuga.

                ANA  GORRÍA





























AUTOPSIA DEL DÍA


El cangrejo, en sus manos, agoniza
casi azul y minúsculo.

Los cristales habían reflejado mi rostro.
Una línea imperfecta
deletreando el horizonte
esta mañana.
Azul en el cristal.
El pájaro en su jaula ignora el cielo.
A nadie le conmueve una maceta
caída sobre la acera.

Unas monedas suenan en mi mano
dentro de la chaqueta.
Toda la playa en calma. Poca gente
caminando para ser viernes.
Este sol se diluye sin llegar a tocarnos.
Abandonamos al cangrejo sobre las rocas.
Cómo las olas
lo engullen enseguida.




UNA MANZANA


La ausencia está sobre la mesa.
En la basura, el resquicio de lo que perdemos.
La respiración hueca.

Fue ayer un día inútil.
Ni tan siquiera lo recuerdo.
La prisa se reforma, se corrompe.
La cremallera del ahora se detiene
entre aspavientos, dudas, alegrías.

Compramos unas pocas
lombrices en la tienda.
Esperamos eternos
en las rocas toda la tarde.
Anochecía.
La lata derramada y el ruido de las olas.
Pensabas en la prisa. ¿Por qué el cielo
se arruga a estas horas del mundo?
¿Y qué se abandona en la espera?
¿Ya no recuerdas las palabras,
su rostro pensativo?

La manzana está quieta.
Llevo viéndola el día entero.
No es el agua ni el cielo ni la tos.
Quizá mañana no se encuentre aquí.

Cubría el agua lo que no ve el ojo.






MIENTRAS ESPERO

Un sol oscuro es el motor del día.
El tiempo ha sonado roto en las manos.
Cruzo la acera de una calle. Llueve.

Se ilumina el metal de la alegría
que viene de muy lejos, empujando.
La imaginación, la podredumbre de su yeso.
Tras la mampara de cristal del día
golpea una mosca. Mi presente.
Mi pensamiento, que agoniza.

Las paredes de las habitaciones
son irreversibles.
En mis dedos el mismo lapicero
que no quiere retroceder.
Se recogen los símbolos de ayer,
unos lienzos que persigue mi mirada.
Hay que inventar de nuevo la belleza           
con la delicadeza del transeúnte
y el hipo del que espera.

         (Poema inédito del libro Como un golpe de dados)


     RICARDO  VIRTANEN


     















































PRÓXIMA  SESIÓN
Martes 28 de mayo


Clausura del Sexagésimo Curso

Maxi  Rey



Proyección del documental
"Autores del grupo del medio siglo
leyendo en la Tertulia".






miércoles, 1 de mayo de 2013

Tres poetas de viaje: Dusica Dann, Octavio Uña Juárez y Manuel Quiroga Clérigo. Sesión 1691ª.




Tertulia Literaria Hispanoamericana
Rafael Montesinos

Curso LX
La Directora de la Fundación de Colegios Mayores MAEC-AECID
y la Directora de la T. L. H. Rafael Montesinos

se complacen en invitarle a la
sesión  1691ª


Martes, 9 de abril de 2013 - 19´30 horas

Tres poetas de viaje.
Dusica Dann, Octavio Uña Juárez y Manuel Quiroga Clérigo
 que leerán poemas de sus libros

Otro modo de tristeza, Dusica Dann
Cierta es la tarde, Octavio Uña Juárez
Volver a Guanajuato, Manuel Quiroga Clérigo





Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos
Colegio Mayor “Nuestra Señora de Guadalupe
Avenida de Séneca, 4       28040-Madrid












Dusica Dann, Manuel Quiroga Clérigo,
Marisa Calvo  y  Octavio Uña Juárez



























BAJO EL SOL ARDIENTE

Bajo el sol ardiente de la antigua Grecia
una joven ha roto el jarrón.
Siglos después,
coleccionistas de antigüedades
se llevaron los pedazos de tierra tostada
a todas partes del mundo.
Mientras bajo el sol grande de Grecia
por siempre quedó
una grieta, línea curva del dolor,
que nadie compró.





NOSTALGIA


Todavía ando por el espacio
apoyándome a una sonrisa
que se separó aquella tarde de sus labios.
Tal vez esto es el poema del amor,
en dueto con la lluvia por techos antiguos,
dispersándose.
Mientras el viento lleva olor lejano
del desierto y de dátiles,
mezclado con un mudo largo llanto.
Inconsolable.




EL GRABADO


En alguna parte, en el fin del mundo,
los ojos grandes de un niño solitario
flotan entre las plumas.
Indiferente ante una puerta: un perro pequeño.
Duermo bajo el canalón gélido.
Me acaricia la noche con su mano escalofriante.
Los jinetes en el horizonte metálico.
Las torres de Turgun sobre la colina
apagaron la velas en sus ventanas.
El viento ojea un libro antiguo,
sueño letras extrañas.
Los santos descalzos andan sin voz,
las aureolas tras ellos como cadena flotante.
Un rayo parte el cielo en trozos para alguien.
Sola.
Duermo al lado de la pared de piedra.
Dentro de mi acristalado el silencio.

       DUSICA   DANN, del libro
          "Otro modo de tristeza"
































































3 poemas de VOLVER A GUANAJUATO


PRESENCIA
                                       Para Asela
Hija mía, tan lejos
queda tu voz frecuente
que aún parece infinita
la perpetua distancia
de los montes antiguos
y los mares pacientes.

Ningún sonido ingrato
me ocultará tus pasos
ni las nubes con lluvia
me robarán tu imagen.
Sólo te digo ahora
que dejes tu presencia,
perfumada y alegre,
al borde de mis sueños
y cercana de un viento
que pausado me hable.

Ya que sigues llamando
de forma intermitente
a las puertas abiertas
de la vida azarosa
serás más que un rumor
para mis lentos pasos
y eres todo el futuro
de mis vacías tardes.

Hija mía, tan cerca
querré estar de tus horas
que ninguna ola sucia
enturbiará los días
en que sigas cercana.

Guanajuato, 1 de Diciembre de 1994.














NUNCA VIVIR LEJANOS
Un minuto de antes era una eternidad,
ese mundo cerrado en el que nada cabe.
Sabemos que eran sueños, incertidumbre, truenos
o acaso horizontes ya cerca del fracaso.
Era esperar un soplo de infinitos milagros
donde apenas cabían adolescencias breves.
Un segundo tan solo sería cruel tortura
en la que todo queda tan quieto, tan lejano.
Antes de la llegada al lugar de la cita,
a los piés de la estatua, al rincón indicado
vivíamos espacios de soledad y ruína.
Era como mezclarse con las horas antiguas
en el ámbito triste de nebulosas sucias.
Tantas horas sin besos, sin realidad, sin nada
parecían la historia de recientes pecados.
Recorrer una noche o intentar un paisaje
supondría de pronto inaugurar los bosques
con esas cercanías de invisibles espejos.
Tanto dolor culmina en violencias o histerias
regresando con calma del fondo del deseo.
Serán los universos de adioses perdonados
donde nombrar las horas de lejana intemperie.
Nunca esperar la luna recorriendo tranquila
los complacidos cuerpos, siempre soñar mil besos.
Guanajuato, 2 de diciembre de 1994.
UN POEMA EN GUANAJUATO
                                                      Para Félix Grande
                                                      “Las palabras eran nuestros mayores” (Félix Grande).

No dejes de escribir un poema incesante
en las brumas doradas de esta ciudad en calma.
Es una villa hermosa de ventanales limpios
con sus cielos y espadas rodeados de azul.
Cuando un día te encuentres en pleno Guanajuato,
subas hasta los cerros o bajes a las plazas
comprenderás de pronto que hay algo diferente.
Para poner tus versos en un papel de plata
caminarás paciente por calzadas y cuestas.
Tú eligirás la musa, el momento y el tema;
por ejemplo la lluvia, las mujeres hermosas,
la Catedral barroca, las esquinas antiguas.
Pero es cierto que nunca regresarás de nuevo
al Callejón del Beso o al Teatro Juárez
si no escribes entonces una porción de estrofas
en un mundo de arraigos llamado Guanajuato.
Hablarás de las minas, del olor de la tarde;
nombrarás sutilmente tanta belleza intensa
que yace abandonada en fachadas y esquinas.
Harás algún recuento de las ranas despiertas
vigilando la leve ciudad de los tarascos,
el Patrón San Ignacio presidiendo los siglos,
la piedra humedecida, las calles subterráneas,
este cielo sin luna, tan alto, palpitante.
Existe un universo abierto a las miradas
como fiel laberinto de tantas inquietudes
donde existen oficios de poetas y arcángeles.
Por eso es obligado que escribas un poema
si alguna vez tus pasos te traen a Guanajuato.

                    MANUEL  QUIROGA  CLÉRIGO














































PROXIMA  SESIÓN

Martes 28 de mayo
Clausura del LX Curso

Maxi  Rey
Antología videográfica
de
la Tertulia