miércoles, 1 de mayo de 2013

Tres poetas de viaje: Dusica Dann, Octavio Uña Juárez y Manuel Quiroga Clérigo. Sesión 1691ª.




Tertulia Literaria Hispanoamericana
Rafael Montesinos

Curso LX
La Directora de la Fundación de Colegios Mayores MAEC-AECID
y la Directora de la T. L. H. Rafael Montesinos

se complacen en invitarle a la
sesión  1691ª


Martes, 9 de abril de 2013 - 19´30 horas

Tres poetas de viaje.
Dusica Dann, Octavio Uña Juárez y Manuel Quiroga Clérigo
 que leerán poemas de sus libros

Otro modo de tristeza, Dusica Dann
Cierta es la tarde, Octavio Uña Juárez
Volver a Guanajuato, Manuel Quiroga Clérigo





Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos
Colegio Mayor “Nuestra Señora de Guadalupe
Avenida de Séneca, 4       28040-Madrid












Dusica Dann, Manuel Quiroga Clérigo,
Marisa Calvo  y  Octavio Uña Juárez



























BAJO EL SOL ARDIENTE

Bajo el sol ardiente de la antigua Grecia
una joven ha roto el jarrón.
Siglos después,
coleccionistas de antigüedades
se llevaron los pedazos de tierra tostada
a todas partes del mundo.
Mientras bajo el sol grande de Grecia
por siempre quedó
una grieta, línea curva del dolor,
que nadie compró.





NOSTALGIA


Todavía ando por el espacio
apoyándome a una sonrisa
que se separó aquella tarde de sus labios.
Tal vez esto es el poema del amor,
en dueto con la lluvia por techos antiguos,
dispersándose.
Mientras el viento lleva olor lejano
del desierto y de dátiles,
mezclado con un mudo largo llanto.
Inconsolable.




EL GRABADO


En alguna parte, en el fin del mundo,
los ojos grandes de un niño solitario
flotan entre las plumas.
Indiferente ante una puerta: un perro pequeño.
Duermo bajo el canalón gélido.
Me acaricia la noche con su mano escalofriante.
Los jinetes en el horizonte metálico.
Las torres de Turgun sobre la colina
apagaron la velas en sus ventanas.
El viento ojea un libro antiguo,
sueño letras extrañas.
Los santos descalzos andan sin voz,
las aureolas tras ellos como cadena flotante.
Un rayo parte el cielo en trozos para alguien.
Sola.
Duermo al lado de la pared de piedra.
Dentro de mi acristalado el silencio.

       DUSICA   DANN, del libro
          "Otro modo de tristeza"
































































3 poemas de VOLVER A GUANAJUATO


PRESENCIA
                                       Para Asela
Hija mía, tan lejos
queda tu voz frecuente
que aún parece infinita
la perpetua distancia
de los montes antiguos
y los mares pacientes.

Ningún sonido ingrato
me ocultará tus pasos
ni las nubes con lluvia
me robarán tu imagen.
Sólo te digo ahora
que dejes tu presencia,
perfumada y alegre,
al borde de mis sueños
y cercana de un viento
que pausado me hable.

Ya que sigues llamando
de forma intermitente
a las puertas abiertas
de la vida azarosa
serás más que un rumor
para mis lentos pasos
y eres todo el futuro
de mis vacías tardes.

Hija mía, tan cerca
querré estar de tus horas
que ninguna ola sucia
enturbiará los días
en que sigas cercana.

Guanajuato, 1 de Diciembre de 1994.














NUNCA VIVIR LEJANOS
Un minuto de antes era una eternidad,
ese mundo cerrado en el que nada cabe.
Sabemos que eran sueños, incertidumbre, truenos
o acaso horizontes ya cerca del fracaso.
Era esperar un soplo de infinitos milagros
donde apenas cabían adolescencias breves.
Un segundo tan solo sería cruel tortura
en la que todo queda tan quieto, tan lejano.
Antes de la llegada al lugar de la cita,
a los piés de la estatua, al rincón indicado
vivíamos espacios de soledad y ruína.
Era como mezclarse con las horas antiguas
en el ámbito triste de nebulosas sucias.
Tantas horas sin besos, sin realidad, sin nada
parecían la historia de recientes pecados.
Recorrer una noche o intentar un paisaje
supondría de pronto inaugurar los bosques
con esas cercanías de invisibles espejos.
Tanto dolor culmina en violencias o histerias
regresando con calma del fondo del deseo.
Serán los universos de adioses perdonados
donde nombrar las horas de lejana intemperie.
Nunca esperar la luna recorriendo tranquila
los complacidos cuerpos, siempre soñar mil besos.
Guanajuato, 2 de diciembre de 1994.
UN POEMA EN GUANAJUATO
                                                      Para Félix Grande
                                                      “Las palabras eran nuestros mayores” (Félix Grande).

No dejes de escribir un poema incesante
en las brumas doradas de esta ciudad en calma.
Es una villa hermosa de ventanales limpios
con sus cielos y espadas rodeados de azul.
Cuando un día te encuentres en pleno Guanajuato,
subas hasta los cerros o bajes a las plazas
comprenderás de pronto que hay algo diferente.
Para poner tus versos en un papel de plata
caminarás paciente por calzadas y cuestas.
Tú eligirás la musa, el momento y el tema;
por ejemplo la lluvia, las mujeres hermosas,
la Catedral barroca, las esquinas antiguas.
Pero es cierto que nunca regresarás de nuevo
al Callejón del Beso o al Teatro Juárez
si no escribes entonces una porción de estrofas
en un mundo de arraigos llamado Guanajuato.
Hablarás de las minas, del olor de la tarde;
nombrarás sutilmente tanta belleza intensa
que yace abandonada en fachadas y esquinas.
Harás algún recuento de las ranas despiertas
vigilando la leve ciudad de los tarascos,
el Patrón San Ignacio presidiendo los siglos,
la piedra humedecida, las calles subterráneas,
este cielo sin luna, tan alto, palpitante.
Existe un universo abierto a las miradas
como fiel laberinto de tantas inquietudes
donde existen oficios de poetas y arcángeles.
Por eso es obligado que escribas un poema
si alguna vez tus pasos te traen a Guanajuato.

                    MANUEL  QUIROGA  CLÉRIGO














































PROXIMA  SESIÓN

Martes 28 de mayo
Clausura del LX Curso

Maxi  Rey
Antología videográfica
de
la Tertulia







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